Hasta un reloj parado consigue estar acertado dos veces al día.


viernes, 7 de diciembre de 2012

¿Por qué?


¿Por qué día a día nada cambia pero cuando miramos atrás todo es diferente?

Hoy, me he generado esta inquietante pregunta al levantarme. Como siempre, me he levantado de la cama, me he quitado el pijama, me he vestido y he ido al baño a lavarme la cara. Cuando me he mirado al espejo, he visto mi imagen reflejada, como todas las mañanas. Pero esta vez me he mirado fijamente a la cara y he recordado los momentos pasados, cuando mi cara era aún más joven, cuando me sentía libre, cuando cada momento era vivido como el último sin yo saberlo. Día tras día, cuando me miraba al espejo, no he visto ningún cambio en mi, siempre me he visto físicamente y psicológicamente igual, sin variar en ninguna facción de mi cara y de mi cuerpo, pero cuando veo, por ejemplo, fotografías de esa época, pienso en lo que he cambiado, tanto por dentro como por fuera, pienso que no soy la misma persona. Sin comerlo ni beberlo, me he convertido en alguien, alguien dotado de una personalidad única, como la de cada uno de vosotros. Sin darnos cuenta, nos hemos convertido en esto que somos ahora.

Lo maravilloso de la infancia es que cualquier cosa en ella es maravillosa. 
(Gilbert Keith Chesterton).

Y, ¿por qué me sentía libre en mi infancia? Sí, cuando miramos atrás vemos que nuestra infancia era maravillosa, vemos felicidad, sonrisas, amenidad, diversión y amor. Se supone que pensamos (o yo por lo menos) que cuanto más mayores somos más libres somos, porque nadie nos pone limitaciones, nadie nos "manda". Pero hoy, me he dado cuenta de que cuando éramos pequeños, teníamos muchas más limitaciones que ahora: "no digas palabrotas", "cómete toda la comida", "deberías de irte a dormir", y muchas más. Entonces, ¿por qué me sentía mas libre que ahora? Quizá piense esto porque nosotros, con 5 años, no nos sentíamos con la necesidad de hacer las cosas que hacemos ahora, éramos mas infelices, mas ignorantes.

Yo, en mi opinión, en estos momentos de mi vida no me siento libre. Pienso que en mi infancia sí me sentia, porque nisiquiera sabía lo que significaba el concepto de "libertad", era tan ignorante que ignoraba que no era libre, y por eso me sentía feliz. Ahora, he aprendido (a mi manera) el concepto de libertad. Y, ¿qué es la libertad? Esta palabra tiene distintos significados para cada persona. Para mí, libertad es una capacidad humana de poder hacer lo que quieras en tu vida, sin ser responsable de tus actos y sin que nadie te juzgue. Pues bien, no me siento libre porque me siento limitada, con la sensación de que no puedo hacer todo lo que realmente quiero por el miedo a ser juzgada. Pero, cuando sea adulta, ¿seré libre?, ¿pensaré que cuando tenía 16 años era libre? Quizá ahora no me sienta libre pero cuando tenga 30 años piense todo lo contrario.

Este tema me genera muchas preguntas como habéis visto, por eso he querido compartirlo con vosotros, porque aunque yo no le encuentre una solución quizá vosotros sí.

En conclusión, todos o casi todos recordamos nuestra infancia de forma buena, así como también nos sentíamos libres. Pero, ¿por qué ahora no? 

Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte 
tan callando,
cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer, 
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.